The last WILL and TESTAMENT (2024) es el decimocuarto álbum de estudio de la banda sueca Opeth, y marca un retorno significativo a sus raíces de death metal progresivo, combinando elementos de sus primeras etapas con influencias progresivas más recientes. Este álbum conceptual, el primero desde Still Life (1999), narra la historia de una familia adinerada que se reúne para la lectura del testamento de su patriarca, desvelando secretos oscuros y giros inesperados en la trama.
Después de varios álbumes explorando un sonido más orientado al rock progresivo, The Last Will and Testamentre presenta una fusión equilibrada entre la agresividad de sus primeros trabajos y la sofisticación progresiva de sus producciones más recientes. La voz gutural de Mikael Åkerfeldt regresa en este álbum, complementando su registro melódico y aportando una dinámica rica a la narrativa.
Musicalmente, el álbum se caracteriza por estructuras complejas y cambios de tempo inesperados, reflejando la turbulencia emocional de la historia. La colaboración con Ian Anderson de Jethro Tull añade una capa adicional de profundidad, especialmente en los pasajes narrativos y en la incorporación de la flauta, que aporta una textura única al sonido de Opeth.
Análisis de Canciones Destacadas
1. ”§ 1” – Introduce la trama con una mezcla de riffs pesados y melodías melancólicas, estableciendo el tono oscuro del álbum.
2. ”§ 3” – Destaca por su complejidad rítmica y la interacción entre las voces guturales y limpias de Åkerfeldt, reflejando la tensión creciente en la narrativa.
3. ”§ 5” – Presenta una colaboración notable con Ian Anderson, cuya flauta añade un matiz folk progresivo, enriqueciendo la atmósfera de misterio.
4. ”§ 7” – Una composición épica que combina elementos de death metal con pasajes acústicos introspectivos, simbolizando el clímax emocional de la historia.
5. “A Story Never Told” – Cierra el álbum con una reflexión melódica y melancólica, dejando al oyente contemplando los temas explorados a lo largo del disco.
The Last Will and Testament ha sido recibido con elogios por su capacidad para integrar diferentes etapas del sonido de Opeth, satisfaciendo tanto a los seguidores de su faceta más pesada como a los aficionados de su evolución progresiva. La narrativa cohesiva y las colaboraciones destacadas refuerzan la posición de Opeth como una banda versátil y en constante evolución dentro del metal progresivo.
Este álbum no solo reafirma la maestría técnica y compositiva de la banda, sino que también destaca su valentía para explorar nuevas direcciones musicales, consolidando su legado en la escena del metal contemporáneo.