Lanzado el 23 de noviembre de 1987, The Eternal Idol es el decimotercer álbum de estudio de Black Sabbath y marcó el debut del vocalista Tony Martin, quien se convertiría en una pieza clave de la banda durante la siguiente década. Este disco representa un regreso al sonido más oscuro y pesado de Sabbath después de los experimentos de Seventh Star, con una producción más pulida y un enfoque más centrado en el heavy metal.
El desarrollo de The Eternal Idol fue caótico. Originalmente, el álbum estaba siendo grabado con Ray Gillen en la voz, pero dejó la banda antes de completar las sesiones. Como resultado, Tony Martin fue reclutado y regrabó todas las partes vocales.
La alineación definitiva del álbum fue:
• Tony Iommi – Guitarra
• Tony Martin – Voz
• Bob Daisley – Bajo (aunque en la gira lo reemplazó Dave Spitz)
• Eric Singer – Batería (posteriormente en KISS y Alice Cooper)
• Geoff Nicholls – Teclados
A pesar del caos en su creación, The Eternal Idol logró establecer un nuevo sonido para Sabbath en la era post-Ozzy y post-Dio, con una mezcla de riffs pesados y una producción más moderna.
Musicalmente, The Eternal Idol es un álbum de heavy metal clásico con un tono más sombrío y dramático. Sus principales características incluyen:
• Riffs oscuros y densos, con un sonido más pulido y estructurado.
• Una producción más profesional, adaptada a la escena del metal de los 80.
• Una interpretación vocal poderosa de Tony Martin, con una voz melódica y grandilocuente, similar a Dio.
• Letras místicas y apocalípticas, retomando el enfoque clásico de Sabbath.
El álbum tiene una atmósfera más madura y refinada que Seventh Star, con un regreso a los temas ocultistas y oscuros que caracterizaron a Sabbath en los 70.
Lista de Canciones Destacadas
• “The Shining” – Un tema épico con un riff pegadizo y una gran interpretación de Tony Martin.
• “Ancient Warrior” – Una canción con un aire místico y un trabajo de guitarra muy melódico.
• “Hard Life to Love” – Un tema con una energía más directa y un ritmo acelerado.
• “Glory Ride” – Un tema poderoso con una atmósfera épica y un gran desempeño vocal.
• “Born to Lose” – Una canción de ritmo pesado con un gran groove.
• “Nightmare” – Un tema con una estructura oscura y una gran línea de bajo.
• “The Eternal Idol” – El cierre del disco, con una de las composiciones más sombrías y atmosféricas del álbum.
The Eternal Idol no fue un gran éxito comercial en su momento, pero sirvió para establecer la era de Tony Martin, quien continuaría con Sabbath en varios álbumes posteriores. Su estilo más melódico y teatral le dio a la banda un sonido renovado en los años 80.
Aunque no es tan recordado como los discos clásicos, The Eternal Idol ha sido reevaluado con el tiempo y es considerado un álbum sólido dentro de la discografía de Black Sabbath, con grandes momentos y una producción cuidada.
