El tercer álbum de estudio de Death, Spiritual Healing, lanzado el 16 de febrero de 1990 a través de Combat Records, representa una evolución significativa en el sonido de la banda, alejándose parcialmente del estilo primitivo y caótico de los dos primeros discos para adoptar una estructura más técnica y refinada. Este trabajo es crucial dentro del death metal, ya que muestra una inclinación hacia la complejidad instrumental y lírica, anticipando el estilo progresivo que Chuck Schuldiner exploraría en el futuro.
Después de la brutalidad sin concesiones de Scream Bloody Gore (1987) y Leprosy (1988), Spiritual Healing se distingue por su producción más limpia y su enfoque en la musicalidad. La agresión cruda del death metal aún está presente, pero las composiciones son más elaboradas, con riffs más técnicos y solos de guitarra complejos. Además, las letras dejan atrás los temas gore y de horror para abordar problemáticas sociales como la hipocresía religiosa, la manipulación y el abuso de poder.