Es el noveno álbum de estudio de George Harrison, publicado en junio de 1981. Destacan los temas Baltimore Oriole y All Those Years Ago, siendo este último un tema dedicado a su recién fallecido compañero John Lennon. Es una canción muy melancólica, tanto en su música como en su letra, en la que narra la importancia de John en su vida.
El disco fue producido por el reconocido percusionista Ray Cooper, músico de figuras como: Eric Clapton, Elton John, entre otros.
Este trabajo discográfico es significativo en la carrera del músico, no solo porque fue producido en un contexto complicado a nivel personal y profesional, sino también porque marcó una etapa de reflexión profunda sobre temas de mortalidad, espiritualidad y la condición humana. Harrison había completado el álbum en 1980, pero la disquera Warner Bros. lo rechazó, exigiendo cambios en varias de las canciones y en la portada. Estas demandas provocaron un retraso en el lanzamiento y obligaron a Harrison a modificar parte del contenido, un proceso que reflejaba las tensiones que enfrentaba en su relación con la industria musical en ese momento.
Musicalmente, «Somewhere in England» se caracteriza por un tono serio y una atmósfera reflexiva, en contraste con sus trabajos previos, que mostraban un tono más optimista. Este álbum se concibe como una exploración introspectiva y, a menudo, melancólica de la vida, influenciada por la muerte repentina de su amigo y excompañero de banda John Lennon en diciembre de 1980. El impacto de esta tragedia es evidente en la profundidad emocional de las canciones, particularmente en la pieza central del álbum, «All Those Years Ago», un tributo a Lennon que expresa la tristeza y el homenaje sincero de Harrison a su viejo amigo.
«All Those Years Ago» es, sin duda, el tema más emblemático del álbum. Originalmente había sido concebida para Ringo Starr, pero tras la muerte de Lennon, Harrison la reescribió como una canción de homenaje. Esta versión incluye a Paul McCartney y Linda McCartney en los coros, junto a Ringo Starr en la batería, logrando una especie de reunión parcial de los Beatles. La canción refleja el amor y el respeto de Harrison por Lennon, recordando momentos compartidos y reafirmando el vínculo especial entre ambos. La melodía alegre contrasta con el tema profundo, brindando un sentido de paz y gratitud que encapsula el duelo de una manera única.
El álbum abre con «Blood from a Clone», una canción que refleja la frustración de Harrison con las exigencias de la industria discográfica. En ella, utiliza un tono sarcástico para hablar sobre la presión de crear música comercial y el desencanto que sentía por las tendencias y expectativas de la época. La canción es una sátira de la industria y expone la rebeldía de Harrison hacia la comercialización de la música, señalando su descontento con la superficialidad del negocio y su resistencia a ceder a estas demandas.
«Unconsciousness Rules» es otra pieza que explora temas de alienación y pérdida de autenticidad en una sociedad cada vez más consumista. A través de una mezcla de rock y funk, Harrison ofrece una crítica sobre cómo las personas se vuelven inconscientes de sí mismas y de lo que verdaderamente importa, cayendo en un estilo de vida superficial. El mensaje es una invitación a la introspección y a la búsqueda de significado real en un mundo que se desvía hacia la distracción.
«Life Itself» es una de las canciones más espirituales del álbum y refleja el lado místico de Harrison. Es una pieza que expresa su devoción a Dios y su conexión con el universo, utilizando una estructura melódica suave que resalta la solemnidad de la letra. Esta canción es un recordatorio del compromiso de Harrison con su espiritualidad y su inclinación hacia temas trascendentes, recordando a los oyentes la necesidad de conectar con algo mayor que ellos mismos.
«Teardrops» destaca por su ritmo pop y una melodía pegajosa, en contraste con las otras canciones más sombrías del álbum. A pesar de su sonido alegre, la letra aborda el tema del desamor y la tristeza. Es una canción de desahogo emocional en la que Harrison admite las dificultades de las relaciones y las emociones complejas que traen consigo. «Teardrops» fue lanzada como sencillo, pero aunque tiene un estilo más accesible, no logró el éxito comercial esperado en ese momento.
«That Which I Have Lost» es una composición que profundiza en temas de búsqueda espiritual y autoaceptación. La letra alude a la lucha por encontrar el propio propósito en la vida, mientras que la música tiene una influencia de blues y folk que aporta un tono introspectivo. La canción parece reflejar el camino espiritual de Harrison, quien con frecuencia utilizaba sus experiencias y aprendizajes personales como material de composición.
«Hong Kong Blues», una versión de una canción de Hoagy Carmichael, aporta un toque nostálgico y exótico al álbum. Esta elección revela el interés de Harrison por explorar géneros y estilos musicales menos convencionales, y en este caso, utiliza la canción para añadir una dimensión diferente y alejada de los temas más introspectivos y pesados del disco.
El cierre del álbum se da con «Save the World», una canción de tono crítico y de denuncia social. Aquí, Harrison aborda temas como la destrucción del medio ambiente y los problemas sociales, mostrando su preocupación por el estado del mundo. La letra es irónica y mordaz, con una combinación de humor y seriedad que señala la indiferencia de la sociedad hacia estos problemas. Es un cierre adecuado para un álbum que, en general, refleja una gran conciencia de la fragilidad de la vida y la responsabilidad humana.
La recepción de «Somewhere in England» fue mixta. Algunos críticos elogiaron la profundidad emocional y la honestidad de Harrison, destacando el tributo a Lennon como uno de los momentos más conmovedores del álbum, mientras que otros señalaron que el disco carecía de la coherencia y energía de sus trabajos previos. Sin embargo, «Somewhere in England» se ha convertido con el tiempo en un trabajo apreciado por su autenticidad y por ofrecer una visión sincera de Harrison en un momento complejo de su vida. Este álbum representa un balance entre su crítica social, su introspección personal y su espiritualidad, consolidando su estilo como un músico que no teme abordar temas profundos y controversiales en su obra.
De este disco existen dos portadas: La primera, usada para el lanzamiento original, muestra a George sobre una fotografía que muestra un primer plano del borde de de un andén y una calle (En algún lugar de Inglaterra), en lo que parece ser exposición galería de arte. La segunda es un fotomontaje en blanco y negro del perfil de George fusionado con un mapa de Inglaterra. Esta segunda versión se usó para la re edición en CD como parte de la colección THE DARK HORSE YEARS 1976 – 1992 .