En 1986, Peter Gabriel lanzó «So,» un álbum que no solo consolidó su estatus como uno de los artistas más innovadores y respetados de la década, sino que también redefinió lo que el pop podía ser en términos de sofisticación artística y emocional. «So» es un trabajo profundamente personal y artísticamente ambicioso, que combina la accesibilidad del pop con la experimentación sonora y lírica. Este álbum no solo marcó un momento crucial en la carrera de Gabriel, sino que también dejó una huella duradera en la música popular.
Antes de «So,» Peter Gabriel ya había establecido una sólida carrera en solitario después de su salida de Genesis en 1975. Sus primeros cuatro álbumes en solitario (todos homónimos y conocidos simplemente como «Peter Gabriel») lo habían visto experimentar con una amplia gama de sonidos y estilos, desde el rock progresivo hasta la música mundial, pero con «So,» Gabriel logró encontrar un equilibrio perfecto entre su impulso artístico y el atractivo comercial.
El contexto de la creación de «So» es importante para entender su impacto. En la mitad de los años 80, el mundo de la música estaba dominado por el pop sintetizado y la emergente escena de la música mundial. Gabriel, siempre un pionero, había estado explorando la integración de ritmos y estilos no occidentales en su música desde principios de la década. Además, estaba profundamente influenciado por el auge de la música digital y los avances en tecnología de grabación, que le permitieron experimentar de maneras que antes no eran posibles.
La producción de «So» fue manejada por Daniel Lanois, quien había trabajado previamente con artistas como U2 y Brian Eno. Lanois aportó un enfoque textural y atmosférico que complementó perfectamente la visión de Gabriel. Juntos, crearon un álbum que era tanto una exploración íntima como una obra de arte ambiciosa.
«So» comienza con «Red Rain,» una de las canciones más poderosas y atmosféricas del álbum. Desde los primeros acordes, la canción establece un tono emocionalmente intenso. Inspirada por los sueños recurrentes de Gabriel sobre el agua, «Red Rain» es una metáfora de purificación y liberación emocional. La producción es grandiosa, con baterías contundentes y una rica textura de sintetizadores que crean una sensación de inminencia y drama. La voz de Gabriel es apasionada y urgente, canalizando la desesperación y el deseo de redención.
A continuación, «Sledgehammer» cambia radicalmente el tono. Con su vibrante mezcla de soul, funk y pop, «Sledgehammer» se convirtió en el mayor éxito comercial de Gabriel. La canción es una celebración exuberante de la energía y la vitalidad, impulsada por una sección de vientos infecciosa y un bajo funk. La letra, llena de insinuaciones y juegos de palabras, es a la vez seductora y divertida. El video musical innovador, dirigido por Stephen R. Johnson y utilizando técnicas de animación stop-motion y claymation, fue revolucionario y ayudó a cementar la canción como un icono cultural de la década de los 80. Más allá de su atractivo inmediato, «Sledgehammer» es un testimonio de la habilidad de Gabriel para fusionar sus intereses artísticos con un enfoque más accesible y comercial.
«Don’t Give Up,» un dueto con la icónica cantante Kate Bush y un intro de bajo a cargo de Tony Levin, es una de las canciones más conmovedoras del álbum. La canción trata sobre la desesperanza y la resiliencia en tiempos de adversidad. Inspirada por la difícil situación económica de muchas personas durante la recesión de los años 80, la canción es una mezcla de tristeza y esperanza. La voz de Bush, etérea y tranquilizadora, contrasta con la entrega vulnerable de Gabriel, creando un diálogo musical que es a la vez íntimo y universal. La simplicidad del acompañamiento, con un bajo melódico y un piano suave, permite que las voces sean el enfoque principal, haciendo que el mensaje de la canción resuene con una profundidad emocional extraordinaria.
«That Voice Again» aborda temas de autojuicio y el conflicto interno, una exploración lírica de la lucha entre la voz crítica interna y el deseo de autoaceptación. La canción tiene una calidad hipnótica, con un ritmo insistente y una melodía que se siente tanto inquietante como consoladora. La producción es rica en texturas, con guitarras entrelazadas y un uso sutil pero efectivo de los sintetizadores que añaden capas de complejidad a la canción.
«In Your Eyes» es posiblemente la canción más reconocida y querida del álbum. Con una influencia clara de la música africana, la canción es un himno al amor espiritual y emocional. La percusión polirrítmica y las voces corales, proporcionadas por Youssou N’Dour, crean una atmósfera que es tanto exótica como profundamente conmovedora. La letra expresa un anhelo de conexión y transcendencia, y la entrega vocal de Gabriel es profundamente sincera. «In Your Eyes» alcanzó un estatus icónico, especialmente después de ser presentada en la película «Say Anything» (1989), convirtiéndose en una de las canciones más emblemáticas de Gabriel.
«Mercy Street» es una de las pistas más introspectivas del álbum. Inspirada por la vida y el trabajo de la poeta estadounidense Anne Sexton, la canción es un viaje profundo hacia la mente y el alma, explorando temas de soledad, redención y el deseo de encontrar paz interna. La producción es sutil y atmosférica, con un uso magistral de los sintetizadores y percusiones para crear un paisaje sonoro que es a la vez etéreo y terrenal. La voz de Gabriel, casi susurrada en algunos momentos, añade un aire de intimidad y vulnerabilidad que hace de «Mercy Street» una de las canciones más emocionalmente resonantes del álbum.
«Big Time» es otra incursión de Gabriel en el territorio del pop, pero con un enfoque satírico. La canción critica el materialismo y la superficialidad, presentando a un narrador que busca el éxito y la grandeza a cualquier costo. Con un ritmo pulsante y un bajo funk, «Big Time» tiene una energía contagiosa, pero la letra mordaz revela una crítica subyacente al sueño americano y la obsesión con la fama y la fortuna. El video musical, con su estilo visual distintivo, reforzó el mensaje de la canción y se convirtió en otro éxito en la era de MTV.
«We Do What We’re Told (Milgram’s 37)» es una pieza oscura y experimental que cierra el álbum (aunque en la reedición se incluyó «This Is the Picture (Excellent Birds)»). La canción se basa en los controvertidos experimentos de Stanley Milgram sobre la obediencia a la autoridad, y explora la temática del conformismo y la sumisión. La música es minimalista y tensa, con una estructura repetitiva que refleja la naturaleza inexorable de la obediencia ciega. La letra es escasa pero poderosa, sugiriendo la impotencia y la falta de individualidad en la sociedad moderna. Es un final inquietante pero apropiado para un álbum que explora la condición humana desde múltiples ángulos.
La producción de «So» es una de las más refinadas y detalladas de la carrera de Peter Gabriel. Daniel Lanois, conocido por su enfoque atmosférico y textural, ayudó a Gabriel a crear un sonido que es a la vez expansivo y íntimo. Lanois utilizó técnicas de grabación innovadoras, como la colocación de micrófonos y la manipulación de efectos, para construir paisajes sonoros ricos y multidimensionales. Cada pista está cuidadosamente arreglada, con un equilibrio perfecto entre los instrumentos y las voces, lo que permite que las complejidades de la música de Gabriel brillen sin abrumar al oyente.
El uso de la tecnología digital fue crucial en «So.» Gabriel estaba fascinado por las posibilidades que los sintetizadores, samplers y cajas de ritmos ofrecían, y los integró de manera experta en su música. Sin embargo, lo que diferencia a «So» de otros álbumes de la época es cómo Gabriel utilizó estas tecnologías para realzar la emoción y la humanidad de sus canciones, en lugar de dejarlas dominadas por un sonido frío o mecánico.
«So» fue un éxito crítico y comercial rotundo. El álbum alcanzó el número 1 en el Reino Unido y el número 2 en Estados Unidos, y generó varios sencillos exitosos, incluidos «Sledgehammer,» «In Your Eyes,» y «Don’t Give Up.» «Sledgehammer» en particular se convirtió en un fenómeno cultural, en gran parte gracias a su video musical innovador, que ganó numerosos premios y sigue siendo uno de los más recordados de la era de MTV.
El impacto de «So» en la carrera de Gabriel y en la música pop en general no puede subestimarse. El álbum no solo llevó a Gabriel a nuevas alturas de popularidad, sino que también demostró que el pop podía ser profundo y artístico sin perder su atractivo masivo. La fusión de estilos musicales, la integración de influencias globales y la sofisticación lírica y musical de «So» lo convirtieron en un referente para muchos artistas posteriores.
Además, «So» ayudó a legitimar la música mundial en el mainstream occidental, allanando el camino para futuras colaboraciones interculturales y la aceptación de sonidos no occidentales.
El álbum «So» de Peter Gabriel cuenta con una impresionante lista de músicos que contribuyeron a su sonido único:
- Peter Gabriel: voz, teclados, piano, sintetizador, Fairlight CMI, flauta
- Tony Levin: bajo, stick, Chapman stick
- Manu Katché: batería, percusión
- David Rhodes: guitarra
- Larry Klein: bajo en «In Your Eyes»
- Youssou N’Dour: coros en «In Your Eyes»
- Daniel Lanois: guitarra, coros, bajo, tambor de campo
- Nile Rodgers: guitarra en «This Is the Picture (Excellent Birds)»
- Stewart Copeland: hi-hat en «Red Rain»
- Kate Bush: voz en «Don’t Give Up»
- Richard Tee: piano en «In Your Eyes»
- Bill Laswell: bajo en «This Is the Picture (Excellent Birds)»
- Simon Clark: órgano Hammond en «Big Time»
- Chris Hughes: caja de ritmos en «Red Rain»
- Wayne Jackson: trompeta, trombón en «Sledgehammer» y «Big Time»
- Mark Rivera: saxofón tenor, saxofón alto en «Sledgehammer» y «Big Time»
- P. P. Arnold, Coral Gordon, Dee Lewis: coros en «Sledgehammer»
- Laurie Anderson: coros en «This Is the Picture (Excellent Birds)»
- Michael Been: coros en «We Do What We’re Told (Milgram’s 37)»
Este equipo de músicos y vocalistas, bajo la dirección creativa de Peter Gabriel y el productor Daniel Lanois, fue fundamental para crear el sonido distintivo y multifacético del álbum «So».