Lanzado en 1987, Scream Bloody Gore es considerado por muchos como el primer álbum de death metal puro. Con este trabajo, Death y su líder Chuck Schuldiner sentaron las bases de un género extremo que influenciaría a innumerables bandas en las siguientes décadas.
El álbum es una tormenta de riffs violentos, estructuras crudas y una voz gutural que rompía con los estándares del thrash metal. Aunque había precedentes en bandas como Possessed (Seven Churches, 1985) o Slayer (Reign in Blood, 1986), Scream Bloody Gore llevó la brutalidad a un nivel superior. Las letras giraban en torno a la muerte, la violencia y el horror, inspiradas en películas de terror y gore, con títulos como Zombie Ritual, Regurgitated Guts y Torn to Pieces.