La Consolidación del Legado de David Gilmour
Lanzado el 18 de septiembre de 2015, Rattle That Lock es el cuarto álbum solista de David Gilmour. Este trabajo marca una etapa de consolidación en la carrera de Gilmour, quien, a sus 69 años en el momento del lanzamiento, continúa explorando nuevas facetas de su talento como músico y compositor. Rattle That Lock es un álbum que, aunque no alcanza la resonancia cultural de algunos de los trabajos anteriores de Gilmour, es una afirmación de su inquebrantable pasión por la música y su habilidad para crear paisajes sonoros ricos y emocionales.
Si bien Rattle That Lock no tuvo el mismo impacto masivo que las obras más emblemáticas de Pink Floyd, el álbum logró capturar la atención tanto de los críticos como de los fanáticos, alcanzando el número uno en las listas del Reino Unido y ubicándose en los primeros puestos en varios países europeos. En Estados Unidos, el álbum también tuvo un desempeño sólido, alcanzando el número 5 en el Billboard 200.
En términos de su impacto en la historia de la música, Rattle That Lock es significativo porque muestra a Gilmour abrazando su papel como un veterano del rock, creando música que refleja tanto su madurez artística como su disposición a experimentar. El álbum es una mezcla de estilos, desde el rock clásico hasta elementos de jazz, blues y música electrónica, lo que demuestra la versatilidad de Gilmour y su deseo de seguir evolucionando como artista.
Musicalmente, el álbum no intenta reinventar la rueda, pero sí ofrece una visión refrescante y moderna del sonido característico de Gilmour. Los solos de guitarra etéreos, las melodías melancólicas y las letras introspectivas están presentes, pero con un enfoque más ligero y accesible. Rattle That Lock es una obra que invita a la reflexión y la contemplación, y aunque puede que no se convierta en un hito en la historia del rock, es una adición valiosa al legado de Gilmour.
La producción de Rattle That Lock fue un proceso cuidadosamente orquestado, que involucró a varios colaboradores de alto nivel. Gilmour trabajó nuevamente con su esposa, Polly Samson, quien escribió las letras de la mayoría de las canciones del álbum. La colaboración entre Gilmour y Samson es fundamental para el tono del álbum, ya que las letras abordan temas de liberación personal, la lucha contra la opresión y la búsqueda de la paz interior, temas que resuenan con la música de Gilmour.
El álbum fue producido por Gilmour junto con Phil Manzanera, guitarrista de Roxy Music y colaborador frecuente de Gilmour. La producción es limpia y sofisticada, con una atención meticulosa al detalle. Manzanera aportó su experiencia y sensibilidad, ayudando a Gilmour a dar forma a un sonido que es tanto moderno como nostálgico.
El proceso de grabación se llevó a cabo en varios estudios, incluidos los estudios Astoria, situados en un barco en el río Támesis y propiedad de Gilmour, así como en los estudios Abbey Road. La combinación de estos lugares permitió a Gilmour capturar una amplia gama de sonidos y atmósferas, desde la calidez íntima hasta la grandiosidad épica.
Una de las características distintivas de la producción de Rattle That Lock es el uso de arreglos orquestales, escritos por el renombrado compositor Zbigniew Preisner. Estos arreglos añaden una capa de sofisticación al álbum, especialmente en pistas como «A Boat Lies Waiting» y «In Any Tongue», donde la orquesta complementa las melodías de guitarra de Gilmour de manera magistral.
Además de Preisner, el álbum cuenta con la participación de músicos de renombre, incluidos Guy Pratt en el bajo, Jon Carin en los teclados, Steve DiStanislao en la batería y Danny Cummings en la percusión. La presencia de estos músicos de primer nivel asegura que el álbum tenga una base sólida y coherente, permitiendo que la guitarra de Gilmour brille en todo su esplendor.
Rattle That Lock es un álbum que se desarrolla como un viaje personal, tanto para Gilmour como para el oyente. Las canciones abordan una variedad de temas, desde la liberación personal hasta la pérdida, y cada pista ofrece algo único en términos de sonido y emoción.
- «5 A.M.» – El álbum comienza con esta pieza instrumental, una introducción suave y atmosférica que establece el tono introspectivo del álbum. La guitarra de Gilmour guía la pieza, creando un paisaje sonoro que es a la vez melancólico y lleno de esperanza.
- «Rattle That Lock» – La canción principal es una de las pistas más enérgicas del álbum, con un riff pegajoso y un estribillo que invita a la acción. La letra, inspirada en El Paraíso Perdido de John Milton, habla de la liberación del control y la lucha por la libertad.
- «Faces of Stone» – Una canción que mezcla elementos de folk y rock, con una melodía sombría y una letra que aborda el tema de la memoria y la pérdida. La canción destaca por su mezcla de guitarras acústicas y eléctricas, así como por un solo de guitarra que es puro Gilmour.
- «A Boat Lies Waiting» – Una de las canciones más emotivas del álbum, dedicada a la memoria del tecladista Richard Wright. La pieza es una meditación sobre la pérdida y la despedida, con armonías vocales de David Crosby y Graham Nash que añaden una capa de profundidad emocional.
- «Dancing Right in Front of Me» – Una canción con influencias de jazz, que destaca por su ritmo swing y su letra reflexiva. La pieza es una exploración de las complejidades de las relaciones humanas, con un enfoque en la introspección.
- «In Any Tongue» – Una de las pistas más potentes del álbum, tanto lírica como musicalmente. La canción aborda el tema de la guerra y sus consecuencias, con una letra conmovedora y un solo de guitarra que es uno de los más memorables de Gilmour en años recientes.
- «Beauty» – Una pieza instrumental que destaca por su sencillez y su capacidad para evocar emociones a través de la música. La guitarra de Gilmour se entrelaza con los arreglos orquestales para crear un paisaje sonoro que es a la vez hermoso y evocador.
- «The Girl in the Yellow Dress» – Una canción de jazz suave, que muestra el amor de Gilmour por el género. La letra cuenta una historia de amor en un ambiente de club de jazz, y la música es una mezcla perfecta de piano, bajo y guitarra.
- «Today» – Una de las canciones más optimistas del álbum, con un ritmo contagioso y un estribillo pegajoso. La pieza es un recordatorio de la importancia de vivir el presente y aprovechar cada momento.
- «And Then…» – El álbum cierra con esta pieza instrumental, una reflexión tranquila y meditativa que deja al oyente con una sensación de paz y cierre. Es un final apropiado para un álbum que explora tanto las luchas como las alegrías de la vida.
La portada de Rattle That Lock es obra del diseñador Aubrey Powell de Hipgnosis, el famoso colectivo que creó muchas de las portadas icónicas de Pink Floyd. La imagen muestra una bandada de pájaros negros que se dispersan en el cielo, simbolizando la liberación y la ruptura de las cadenas. La imagen es poderosa y evoca el tema central del álbum: la lucha por la libertad personal y la búsqueda de la paz interior.
El diseño de la portada, aunque sencillo, es muy efectivo en transmitir el mensaje del álbum. Al igual que en su música, Gilmour opta por una estética que es directa pero llena de significado, permitiendo que la imagen hable por sí misma.
Rattle That Lock es un álbum que reafirma el lugar de David Gilmour en la historia de la música como un artista que, incluso después de décadas en la industria, sigue siendo relevante y capaz de crear música que resuena con el público. Con su enfoque en la libertad, la reflexión y la belleza, el álbum es una obra que invita a la introspección y que continúa el legado de Gilmour como uno de los músicos más influyentes de su generación. Es un álbum que, aunque puede que no tenga el impacto cultural de algunos de sus trabajos anteriores, es una adición valiosa a su discografía y un testamento de su inquebrantable pasión por la música.