Lanzado en 2016, Radical Action (To Unseat the Hold of Monkey Mind) es una extensa colección en vivo de King Crimson que documenta la impresionante gira de la banda entre 2015 y 2016. Este trabajo se destaca por su enfoque único en la presentación de los temas: en lugar de ser una grabación convencional de un concierto, se trata de una compilación de actuaciones en distintos lugares, editadas y mezcladas para ofrecer una experiencia sin público, con una calidad de sonido cercana a la de un álbum de estudio.
En esta etapa, King Crimson funcionaba como un septeto con tres bateristas al frente del escenario, desarrollando una nueva manera de abordar su material clásico y reciente. La formación estuvo compuesta por:
• Robert Fripp – guitarra, teclados, Mellotron
• Jakko Jakszyk – voz, guitarra
• Tony Levin – bajo, stick, coros
• Mel Collins – saxofón, flauta
• Pat Mastelotto, Gavin Harrison y Jeremy Stacey – batería y percusión
El título del álbum y su estética visual hacen referencia a la lucha mental contra la distracción y el ruido del pensamiento, algo en lo que Fripp ha profundizado a lo largo de su carrera. En este contexto, Radical Action busca ofrecer una escucha inmersiva y meditativa, con un enfoque pulcro en la instrumentación y una claridad impecable en la mezcla.
El álbum abarca un amplio rango del catálogo de King Crimson, incluyendo piezas clásicas, reinterpretaciones y material más reciente. Es una de las compilaciones en vivo más completas de la banda, estructurada en tres discos:
1. “Mainly Metal” – Enfocado en material de la etapa más agresiva de la banda, con temas de Red (1974) y la era de los 90s.
2. “Easy Money Shots” – Contiene piezas de los 70s y momentos más experimentales.
3. “Crimson Classics” – Incluye interpretaciones de los primeros discos, como In the Court of the Crimson King (1969).
Entre los momentos destacados se encuentran una versión imponente de Larks’ Tongues in Aspic, Part One, donde la sección de percusión cobra una profundidad nueva gracias a la presencia de tres bateristas. También hay interpretaciones extraordinarias de Red y Starless, que logran equilibrar la intensidad original con una ejecución refinada y moderna.
El álbum presenta material más reciente, como Meltdown y la propia Radical Action (To Unseat the Hold of Monkey Mind), piezas que expanden la estética Crimsoniana con una estructura más melódica pero sin perder su característica tensión.
El disco fue producido con un nivel de detalle excepcional, con mezclas que permiten apreciar cada capa instrumental. La ausencia de ruido de público contribuye a una experiencia auditiva más enfocada, casi como si fuera un álbum de estudio en lugar de una grabación en vivo.
La recepción fue altamente positiva entre los seguidores de la banda, quienes destacaron la calidad del sonido y la potencia de la nueva formación. Sin embargo, algunos fans más tradicionales extrañaron la energía de una grabación en vivo con público.
Radical Action (To Unseat the Hold of Monkey Mind) es una obra monumental dentro del catálogo en vivo de King Crimson. Representa una síntesis de la historia de la banda con un enfoque renovado y una ejecución impecable. Más que un simple álbum en vivo, es un testimonio de la reinvención constante de King Crimson y una celebración de su legado musical.
En esta nueva formación de la banda, Fripp apuesta más por el «mercadeo de la nostalgia» que por la innovación y es esa la razón por la que decidió no seguir trabajando con Adrian Belew como frontman, pues éste no se adaptaba a su idea de retomar y recorrer la discografía de King Crimson a lo largo de su existencia y en esa vía tampoco se volvió a publicar nuevo material desde «The Power To Believe» (2003).
