Lanzado en octubre de 1991, Necroticism – Descanting the Insalubrious es el tercer álbum de estudio de la banda británica Carcass, y es considerado un hito en la evolución del death metal, especialmente en su vertiente técnica. Con este álbum, Carcass dejó atrás las raíces puramente grindcore de sus primeros trabajos para adentrarse en un sonido más complejo y refinado, que mezclaba la brutalidad con una sorprendente sofisticación técnica. Necroticism no solo es un testamento del crecimiento musical de la banda, sino también un punto de inflexión que los consolidó como pioneros dentro del género.
El álbum introdujo a un nuevo miembro, el guitarrista Michael Amott, cuya inclusión contribuyó significativamente a la evolución del sonido de la banda. La combinación de los riffs afilados y precisos de Bill Steer con la guitarra melódica y técnica de Amott creó una dinámica que sería clave para el sonido característico del disco. Además, las habilidades de Jeff Walker en el bajo y su distintiva voz áspera, junto con la poderosa batería de Ken Owen, completaron un conjunto que definió la nueva dirección de Carcass.
