La melancolía progresiva del death metal
Morningrise es el segundo álbum de estudio de la banda sueca Opeth, lanzado el 24 de junio de 1996 a través del sello Candlelight Records. Grabado en los estudios Unisound bajo la producción de Dan Swanö (reconocido músico y productor de la escena metal escandinava), este disco representa un hito en la evolución del death metal melódico y progresivo, posicionando a Opeth como una banda única por su capacidad para fusionar la brutalidad del metal extremo con pasajes acústicos y estructuras compositivas complejas.
A diferencia del debut Orchid (1995), que mostraba una estructura más centrada en el contraste entre la agresividad y la melodía, Morningrise profundiza en los elementos progresivos y melancólicos, mostrando una madurez compositiva sorprendente para una banda con tan poco tiempo de vida discográfica. Cada canción del álbum es una suite en sí misma, con desarrollos que superan los 10 minutos, y en el caso de “Black Rose Immortal”, alcanzan los 20 minutos, siendo esta última la canción más larga jamás grabada por Opeth.
- Riffs complejos y cambiantes.
- Amplio uso de guitarras acústicas intercaladas con distorsiones pesadas.
- Voces guturales de Mikael Åkerfeldt contrastadas con secciones limpias y atmosféricas.
- Influencias marcadas del rock progresivo de los años 70, combinadas con la intensidad del death y black metal escandinavo.
Las letras están imbuidas de una poesía sombría, llena de imágenes de pérdida, naturaleza, oscuridad existencial y romanticismo melancólico. La narrativa lírica de Åkerfeldt está lejos de los clichés del death metal clásico, acercándose más a una sensibilidad casi literaria.
- Advent – 13:45
- The Night and the Silent Water – 11:00
- Nectar – 10:09
- Black Rose Immortal – 20:14
- To Bid You Farewell – 10:57
Duración total: 66:07
- Mikael Åkerfeldt – Voz, guitarra eléctrica y acústica
- Peter Lindgren – Guitarra eléctrica y acústica
- Johan De Farfalla – Bajo
- Anders Nordin – Batería, percusión y piano
Esta sería la última aparición de De Farfalla y Nordin en un álbum de Opeth, pues después de la gira de promoción de Morningrise, Mikael Åkerfeldt reformaría la banda con nuevos músicos.
El álbum fue grabado en Unisound Studios, propiedad de Dan Swanö, en un entorno que ofreció libertad artística pero que también presentaba limitaciones técnicas. El sonido de Morningrise es notablemente atmosférico, aunque la mezcla ha sido objeto de críticas por su claridad algo opaca. Sin embargo, esta cualidad terminó por aportar una textura casi etérea que ha envejecido bien con el tiempo, especialmente para los fanáticos del metal progresivo.
La portada del disco muestra una imagen en blanco y negro de un paisaje lacustre con árboles deshojados reflejándose en el agua. Fue tomada en el lago Mora, en Estocolmo, y representa a la perfección el carácter nostálgico, solitario y romántico del álbum. El diseño continúa la estética sobria y naturalista de Orchid y se ha vuelto icónico dentro del catálogo de la banda.
Aunque no tuvo un gran impacto comercial en su momento, Morningrise fue crucial para establecer la identidad sonora de Opeth. Con el paso de los años, el álbum ha ganado un estatus de culto, especialmente entre los fanáticos del death metal melódico y el metal progresivo.
Es ampliamente considerado como uno de los mejores discos de su primera etapa, y como uno de los más influyentes del metal europeo de los 90. Canciones como “Advent” y “To Bid You Farewell” siguen siendo parte esencial de los conciertos de la banda y del cariño de los seguidores más antiguos.
Morningrise es una obra maestra temprana de Opeth. Su capacidad para amalgamar los mundos del metal extremo con la sensibilidad del rock progresivo y la melancolía neoclásica lo convierte en un álbum profundamente emocional y técnicamente ambicioso. Es un disco para escuchar con atención, en introspección, y representa una de las cumbres artísticas más auténticas de la década del 90 dentro del metal europeo.
Edición CD argentina del sello ICARUS bajo licencia de Candlelight Records.
