Knowle West Boy es el séptimo álbum de estudio de Tricky, una de las figuras más influyentes del trip hop británico. El título hace referencia a Knowle West, un barrio de Bristol donde el artista creció, y en muchos sentidos, el álbum funciona como un regreso a sus raíces tanto musicales como personales.
Después de algunos trabajos con menor repercusión en los 2000s, Tricky vuelve con un disco más accesible y diverso, fusionando sonidos electrónicos, rock, punk, reggae y su característico enfoque atmosférico. Es considerado su disco más sólido desde Maxinquaye (1995).
A diferencia de sus álbumes más oscuros y densos, Knowle West Boy es más dinámico y ecléctico. Aquí, Tricky juega con una gran variedad de estilos, desde el trip hop más clásico hasta el rock con influencias punk y reggae.
El álbum cuenta con múltiples vocalistas invitados, manteniendo la tradición de Tricky de no ser el único foco vocal de sus discos. Destacan las colaboraciones con artistas como Alex Mills, Veronika Coassolo y Rodigan, quienes aportan diversidad a la mezcla sonora del disco.
1. “Puppy Toy” – Un tema con influencias jazzísticas y un toque cinematográfico. Tricky alterna versos hablados con coros pegadizos, creando una sensación de intriga.
2. “Bacative” – Fusiona trip hop con reggae, uniendo ritmos pesados con la distintiva cadencia vocal de Tricky.
3. “Joseph” – Una canción intensa con toques de rock alternativo y punk, reflejando la faceta más agresiva del artista.
4. “Past Mistake” – Balada melancólica con una atmósfera etérea y una de las interpretaciones vocales más emotivas del álbum.
5. “Council Estate” – Un tema directo y enérgico con una base de punk y rock industrial, considerado uno de los sencillos más accesibles del disco. La letra refleja su infancia en un barrio obrero.
6. “Slow” – Cover de Slow de Kylie Minogue, reimaginado con una producción oscura y seductora, transformando el pop en una pieza más cruda y experimental.
El álbum fue bien recibido por la crítica, destacando su versatilidad y la energía renovada de Tricky. The Guardian, Pitchfork y AllMusic elogiaron su enfoque más directo y variado, considerándolo una especie de renacimiento para el artista después de algunos discos menos consistentes.
Aunque Knowle West Boy no alcanzó el nivel de influencia de Maxinquaye, sigue siendo uno de los álbumes más accesibles y sólidos de Tricky, demostrando su capacidad para reinventarse sin perder su esencia.
