Interstellar Experience es el segundo álbum de estudio de Assassin, banda formada en Düsseldorf, Alemania Occidental, en 1982. Junto con bandas como Sodom, Destruction, Kreator y Tankard, Assassin forma parte de lo que se conoce como el Big Teutonic Four del thrash metal alemán, aunque con un perfil algo más underground.
Este trabajo fue lanzado en 1988 por SPV/Steamhammer, en el punto álgido de la escena thrash mundial. A diferencia de su debut The Upcoming Terror (1987), que tenía un enfoque más crudo y cercano al speed metal, Interstellar Experiencemuestra una evolución en la composición, técnica instrumental y producción, manteniéndose siempre fiel a las bases del thrash metal germano: riffs agresivos, baterías veloces y letras desafiantes.
- Robert Gonnella – Voz
- Michael “Micha” Hoffmann – Guitarra
- Jürgen “Scholli” Scholz – Guitarra
- Markus “Lulle” Ludwig – Bajo
- Frank “Nasty” Basten – Batería
Esta alineación consolidada fue clave para el sonido afilado y directo que caracteriza al disco. Destacan especialmente las guitarras gemelas, con riffs cortantes y veloces solos que recuerdan tanto a Slayer como a sus compatriotas de Kreator.
El álbum contiene 8 pistas con una duración total cercana a los 35 minutos. Aunque no es un disco extenso, no da respiro: cada tema es un asalto directo, cargado de energía y técnica.
- Abstract War – Abre el álbum con violencia pura: riffs cortantes y batería relámpago. Letra sobre la guerra moderna desde una óptica crítica.
- Interstellar Experience – Tema que da título al disco. Mezcla ciencia ficción con metáforas sobre el escape de la realidad. Uno de los más técnicos del álbum.
- Baka – Palabra japonesa que significa “idiota”, este corte rápido y sarcástico critica la ignorancia social.
- Junk Food – Canción irónica y punkie en espíritu, que critica la comida rápida y la cultura del consumo.
- Speed of Light – Corte instrumental y uno de los más destacados musicalmente: cambios de ritmo y solos veloces.
El sonido del disco se caracteriza por una producción más limpia que su debut, aunque sigue manteniendo ese tono agresivo y seco característico del thrash alemán. La voz de Gonnella, más desgarrada que melódica, sigue siendo un sello distintivo de la banda.
La portada de Interstellar Experience muestra una figura alienígena humanoide con un casco brillante, proyectado hacia un fondo psicodélico de galaxias y colores llamativos. Refleja bien el título del disco, aunque es más simbólica que literal: Assassin no se convierte en una banda de ciencia ficción, sino que utiliza lo “interstelar” como un concepto de desarraigo, velocidad y escape. El diseño gráfico es más elaborado que el del primer disco, lo cual también señala un paso adelante en la estética de la banda.
Aunque Interstellar Experience no alcanzó el éxito comercial de los grandes nombres del thrash, es hoy considerado un álbum de culto dentro de la escena europea. Fue muy bien recibido por los seguidores del género y consolidó a Assassin como una banda respetada, aunque siempre relegada a un segundo plano.
Después de este álbum, la banda enfrentó problemas legales y de alineación que provocaron una disolución en 1989. Assassin no volvería a grabar un disco completo hasta The Club en 2005.
Interstellar Experience es un excelente ejemplo del thrash metal alemán clásico: rápido, agresivo, sarcástico y con una ejecución instrumental notable. Aunque eclipsado por otros lanzamientos del género en 1988, este trabajo se mantiene firme como una joya escondida del underground thrash. Es especialmente recomendable para quienes buscan redescubrir bandas más allá de las figuras dominantes del género.
