El Álbum que Definió el Sonido de Yes y el Rock Progresivo
En noviembre de 1971, Yes lanzó su cuarto álbum de estudio, «Fragile», un disco que no solo consolidó su reputación como una de las bandas más importantes del rock progresivo, sino que también definió un sonido que influiría a generaciones de músicos. Fragile es mucho más que un simple álbum de rock; es una exploración audaz y ambiciosa del potencial musical, lleno de complejidad instrumental, composiciones innovadoras, y un enfoque colaborativo que permitió a cada miembro de la banda brillar en su propia luz.
Para entender Fragile, es necesario mirar el contexto en el que fue creado. Tras el éxito de The Yes Album a principios de 1971, Yes estaba en un momento de transición. La incorporación de Steve Howe en la guitarra había llevado a la banda a nuevas alturas, pero la salida del tecladista Tony Kaye, quien se resistía a la inclusión de sintetizadores, dejó un vacío que necesitaba ser llenado. Este vacío fue ocupado por Rick Wakeman, un virtuoso del teclado que venía de tocar con The Strawbs y que rápidamente se convirtió en una pieza clave en el sonido de Yes.
Con Wakeman a bordo, Yes no solo tenía una alineación de músicos excepcionalmente talentosos, sino que también tenía la confianza para experimentar y empujar los límites de lo que un álbum de rock podía ser.
Un Tapestry Musical
- «Roundabout»: El álbum abre con una de las canciones más icónicas de Yes. «Roundabout» es una pieza de rock progresivo por excelencia, combinando un riff de guitarra acústica memorable con una estructura que alterna entre secciones complejas y melodías pegajosas. La letra, escrita por Jon Anderson y Steve Howe, está llena de imágenes surrealistas, inspiradas en parte por un viaje en auto a través de los paisajes montañosos de Escocia. La canción es un viaje en sí misma, con su intrincado trabajo de bajo por Chris Squire, los teclados atmosféricos de Wakeman, y las impecables transiciones rítmicas de Bill Bruford en la batería. «Roundabout» se convirtió en un éxito tanto en la radio como en el escenario, y sigue siendo una de las canciones más queridas y reconocibles de Yes.
- «Cans and Brahms»: Esta breve pieza es una adaptación de la Sinfonía n.º 4 en Mi Menor de Johannes Brahms, arreglada y ejecutada por Rick Wakeman. Aunque inicialmente puede parecer una adición curiosa, «Cans and Brahms» muestra la habilidad de Wakeman para transformar una obra clásica en algo que encaja perfectamente en el contexto progresivo del álbum. Es también un ejemplo de cómo Yes estaba dispuesto a romper las convenciones del rock, incorporando influencias clásicas de una manera innovadora.
- «We Have Heaven»: Aquí, Jon Anderson toma el centro del escenario con una pieza vocalmente centrada que se basa en la superposición de múltiples capas de su voz. «We Have Heaven» es una muestra de la capacidad de Anderson para crear atmósferas únicas utilizando técnicas de grabación innovadoras. La canción, aunque corta, crea un efecto hipnótico y es una de las muestras más claras de la visión artística de Anderson dentro del álbum.
- «South Side of the Sky»: Esta es una de las composiciones más dramáticas del álbum, explorando temas de lucha y supervivencia en un entorno helado. La canción combina un riff de guitarra contundente con una sección de piano sombría que muestra la versatilidad de Wakeman. Las letras de Anderson sugieren una narración sobre el desafío de la naturaleza, y la sección instrumental en el medio de la canción es un ejemplo perfecto de cómo Yes podía tejer diferentes estilos y emociones en una sola pieza.
- «Five Per Cent for Nothing»: Compuesta por el baterista Bill Bruford, esta es la pista más corta del álbum y es un ejercicio de precisión rítmica y complejidad. En solo 35 segundos, Bruford ofrece una muestra de la sofisticación rítmica que lo convirtió en uno de los bateristas más respetados en el rock progresivo. La pieza, aunque breve, es un recordatorio de la habilidad de Yes para experimentar y jugar con las expectativas del oyente.
- «Long Distance Runaround»: Otra canción que ha resistido la prueba del tiempo, «Long Distance Runaround» combina una línea de guitarra punzante con la voz característica de Anderson y un ritmo que parece girar sobre sí mismo. La canción fluye sin esfuerzo hacia la siguiente pista, «The Fish (Schindleria Praematurus)», mostrando cómo Yes podía conectar ideas musicales de maneras inesperadas.
- «The Fish (Schindleria Praematurus)»: Esta pista es un showcase para Chris Squire, con múltiples capas de bajo que crean una textura sonora única. El título hace referencia a un tipo de pez conocido por su capacidad de adaptación, una metáfora adecuada para la capacidad de Squire de transformar el bajo en un instrumento líder dentro del sonido de Yes. La pista es más que un simple solo; es una exploración de cómo el bajo puede moldear la estructura de una canción.
- «Mood for a Day»: Una hermosa pieza acústica compuesta por Steve Howe, «Mood for a Day» destaca el virtuosismo del guitarrista. La canción tiene influencias del flamenco y la música clásica, y actúa como un momento de respiro dentro del álbum, mostrando la capacidad de Howe para evocar emociones profundas con su guitarra.
- «Heart of the Sunrise»: El álbum cierra con «Heart of the Sunrise», una de las composiciones más poderosas de Yes. La canción comienza con un riff contundente y acelerado que se despliega en una pieza épica, llena de cambios de tempo y dinámicas. La letra de Anderson trata temas de alienación y anhelo, y la música refleja esta tensión, con momentos de belleza que emergen del caos. «Heart of the Sunrise» es un cierre perfecto para Fragile, encapsulando toda la complejidad, emoción y virtuosismo que define el álbum.
Fragile fue grabado en los estudios Advision en Londres, bajo la producción de Yes y Eddie Offord, quien también había trabajado en The Yes Album. La producción de Fragile es notable por su claridad y la forma en que cada instrumento se coloca en la mezcla, permitiendo que la música respire y que cada miembro de la banda tenga su momento para brillar. La decisión de incluir piezas solistas de cada miembro no solo demuestra la confianza que tenían en sus habilidades, sino que también da al álbum una sensación de diversidad y cohesión a la vez.
La portada de Fragile es una obra del artista Roger Dean, quien comenzaría aquí una colaboración duradera con Yes. La imagen muestra un pequeño planeta flotando en el espacio, con un paisaje que parece frágil, casi a punto de desmoronarse. Este planeta está habitado por una civilización que lo utiliza de manera delicada, una metáfora visual de la música de Yes, que es compleja y detallada, pero manejada con un cuidado extraordinario. El arte de Dean se ha vuelto inseparable de la identidad visual de Yes y ha contribuido a la mitología del rock progresivo.

Con Fragile, Yes no solo logró un éxito inmediato, sino que también dejó una marca indeleble en la historia de la música. El álbum sigue siendo un referente en el género, y su influencia se siente en las innumerables bandas que han seguido sus pasos, intentando capturar el equilibrio entre la habilidad técnica y la emoción pura que Yes perfeccionó en este disco.
En resumen, Fragile es mucho más que un álbum; es una declaración artística que desafía las convenciones del rock, empujando los límites de lo que una banda puede lograr. Es un testimonio del talento colectivo de Yes y de su capacidad para crear música que es tanto cerebral como visceral, una verdadera joya en la corona del rock progresivo.
Edición: Super Deluxe. Versión definitiva del clásico de YES. Nueva remasterización del álbum original. Nuevas mezclas realizadas por Steven Wilson (vocal e instrumental). Tomas descartadas y no publicadas. Primeras versiones y versiones de los sencillos. Material en vivo no lanzado anteriormente de tour Fragile de 1972.
Nuevas mezclas realizadas por Steven Wilson en Dolby Atmos, 5.1 y Stereo de alta definición. Incluye 1 vinilo, 4 CDs y 1 Blu-ray.