Deadwing es el octavo álbum de estudio de Porcupine Tree, lanzado el 28 de marzo de 2005. El álbum está basado en un guion escrito por Steven Wilson y Mike Bennion, y es esencialmente una historia de fantasmas. Wilson había expresado su intención de que este guion cinematográfico se convirtiera en una película.
El álbum produjo dos sencillos, «Shallow» y «Lazarus». El álbum también produjo tres videos musicales para «Lazarus», «Start of Something Beautiful» y «Glass Arm Shattering».
El álbum incluye colaboraciones con Adrian Belew de King Crimson, quien toca solos de guitarra en la canción principal “Deadwing” y “Halo”, y Mikael Åkerfeldt de Opeth, que agrega armonías vocales en “Deadwing”, “Lazarus” y “Arriving Somewhere But Not Here”. También toca el segundo solo de guitarra en “Arriving Somewhere But Not Here.
Steven Wilson – vocals, guitars, piano, keyboards, hammered dulcimer, bass guitar on 1,3,5 (middle section), 7
Richard Barbieri – keyboards and synthesizers
Colin Edwin – bass guitar
Gavin Harrison – drums and percussion
«Deadwing» se basa en un guión escrito por Steven Wilson y Mike Bennion, con la intención de convertirlo en una película. Aunque la película nunca se materializó, el álbum sigue un concepto narrativo influenciado por este guión.
Lista de Canciones:
- Deadwing – 9:46
- Shallow – 4:17
- Lazarus – 4:18
- Halo – 4:38
- Arriving Somewhere But Not Here – 12:02
- Mellotron Scratch – 6:57
- Open Car – 3:46
- The Start of Something Beautiful – 7:39
- Glass Arm Shattering – 6:12
Las letras de «Deadwing» exploran temas como la muerte, la pérdida, la espiritualidad y la introspección. La narrativa, influenciada por el guión, aporta una cohesión temática que se desarrolla a lo largo del álbum.
«Deadwing» fue recibido positivamente tanto por críticos como por fanáticos, y es considerado uno de los mejores trabajos de Porcupine Tree. El álbum alcanzó buenas posiciones en varias listas de éxitos y ayudó a consolidar la reputación de la banda en la escena del rock progresivo y metal.
«Deadwing» es un álbum crucial en la discografía de Porcupine Tree, ya que representa un punto culminante en su evolución musical y en la madurez de su sonido. La mezcla de complejidad progresiva y accesibilidad melódica hace que este álbum sea una pieza destacada en el repertorio de la banda.