Bringing It Down to the Bass ofrece una vibrante exploración del estilo inconfundible del legendario bajista Tony Levin, combinando técnicas eclécticas con colaboraciones de alto nivel. Este álbum destaca no solo por la destreza técnica de Levin en el bajo, Stick y cello, sino también por la inclusión de múltiples bateristas reconocidos como Manu Katché, Mike Portnoy y Vinnie Colaiuta, cada uno aportando su toque distintivo a distintas pistas, al igual que otros músicos como Dominic Miller (Sting), Robert Fripp, etc.
El disco comienza con la pieza homónima, que sorprende por su influencia jazzística con arreglos de trompeta y órgano, alejándose de los clichés esperados de un álbum de bajo. A partir de allí, la obra atraviesa una variedad de estilos, desde temas más melódicos como “Me and My Axe”, hasta composiciones más complejas con influencia de jazz-rock y funk, como “Road Dogs” y “Uncle Funkster”.
Uno de los momentos más curiosos es “On Drums”, una canción donde Levin recita nombres de bateristas con los que ha trabajado a lo largo de su carrera, convirtiendo la pieza en un tributo lúdico y experimental.
El álbum refleja el espíritu versátil de Levin, quien juega con la frontera entre el jazz, rock progresivo y la música experimental, manteniendo siempre su impronta personal. Además, muestra cómo aprovecha la pausa en sus proyectos con King Crimson y Peter Gabriel para lanzar esta ambiciosa producción, permitiendo a los oyentes explorar toda la gama de su creatividad en composiciones tanto complejas como accesibles.
Para los amantes del bajo y el jazz contemporáneo, Bringing It Down to the Bass es una obra imprescindible que muestra a Levin en un momento artístico maduro y pleno de inspiración. Puedes encontrar más detalles en los artículos completos publicados en Genesis News y Bass Musician Magazine.
