«Bocanada» es el segundo álbum en solitario de Gustavo Cerati, lanzado el 28 de junio de 1999. Este disco marcó un hito en la carrera del icónico músico argentino, ya que fue el primer trabajo que lanzó tras la disolución de Soda Stereo, la legendaria banda de rock latinoamericano de la que fue líder. «Bocanada» no solo representa un nuevo capítulo en la vida artística de Cerati, sino también un proyecto ambicioso que refleja su capacidad de innovación, experimentación y profundidad musical.
Después del éxito masivo de Soda Stereo y la melancolía que envolvió su separación en 1997, Cerati se embarcó en una búsqueda personal y creativa que lo llevó a explorar nuevos territorios sonoros. «Bocanada» es el resultado de ese proceso, un álbum que combina elementos de rock, electrónica, trip-hop y música orquestal, demostrando su versatilidad como músico y productor. El álbum fue grabado principalmente en los estudios Abbey Road en Londres, un lugar emblemático que aportó al disco una atmósfera sofisticada y una calidad de producción de nivel mundial.
Cerati colaboró con músicos talentosos, incluyendo a Alejandro Terán, quien estuvo a cargo de los arreglos orquestales, y la participación de artistas como Flavio Etcheto y Leo García, quienes contribuyeron a darle forma al sonido único del disco.
«Bocanada» es una obra maestra de la fusión de géneros. La influencia del trip-hop es evidente, especialmente en el uso de samplers, loops y beats electrónicos que dan al álbum una sensación de modernidad y frescura. Sin embargo, Cerati no se limita a este estilo; su talento para crear melodías cautivadoras y su sensibilidad para los arreglos orquestales elevan el disco a un nivel casi cinematográfico.
Canciones como «Engaña» y «Tabú» muestran una complejidad en la producción, donde se mezclan guitarras suaves con paisajes sonoros electrónicos y arreglos de cuerdas. En contraste, «Puente», quizás la canción más conocida del álbum, combina una letra emotiva con una instrumentación poderosa, logrando un himno que resuena en la memoria colectiva de los seguidores del rock latinoamericano.
El uso de la electrónica en «Bocanada» no es meramente un acompañamiento, sino un elemento integral que define la atmósfera del disco. Temas como «Bocanada» y «Verbo Carne» sumergen al oyente en un paisaje sonoro envolvente, donde los sintetizadores y los efectos digitales crean una sensación de inmersión y reflexión.
Las letras de «Bocanada» son poéticas, introspectivas y a menudo enigmáticas. Cerati explora temas como el amor, la introspección y la naturaleza efímera de la vida, pero lo hace de una manera que deja espacio para la interpretación personal. Este enfoque lírico es característico de su estilo, donde las palabras se combinan con la música para crear una experiencia sensorial completa.
En «Puente», por ejemplo, Cerati canta sobre la conexión y el tránsito entre dos estados, ya sean emocionales o físicos, utilizando imágenes poderosas como «crucé por un puente que sólo tenía un cartel en inglés». También es una referencia a su emblemática frase de despedida de Soda Stereo: «Gracias totales» y este re encuentro está enmarcado en un: «Gracias por venir«. La ambigüedad de las letras permite que cada oyente encuentre su propio significado en las canciones, un aspecto que ha hecho que «Bocanada» sea un disco profundamente personal para muchos.
En «Raíz», Cerati recurre a una letra más simbólica y abstracta, donde reflexiona sobre el origen y la esencia de las cosas, mientras que en «Paseo Inmoral» la sensualidad y el deseo se convierten en el foco, con una instrumentación que acompaña perfectamente el tono de la canción.
«Bocanada» fue recibido con aclamación crítica, tanto por su innovación como por la habilidad de Cerati para reinventarse sin perder su esencia artística. Este álbum consolidó su carrera como solista y demostró que podía seguir siendo un pionero en la música latinoamericana, incluso después del inmenso éxito de Soda Stereo.
El disco no solo fue un éxito comercial, sino que también ha sido considerado una obra maestra en la historia de la música en español. Temas como «Puente» y «Raíz» se han convertido en clásicos, y el álbum en su conjunto ha influido a innumerables músicos y artistas en todo el continente.
«Bocanada» es más que un álbum; es una declaración artística de Gustavo Cerati, un músico en plena madurez creativa que se atrevió a explorar nuevos territorios y a romper las barreras de lo que se esperaba de él. Con este disco, Cerati no solo consolidó su legado como uno de los músicos más importantes de habla hispana, sino que también creó una obra que sigue siendo relevante y apreciada por nuevas generaciones de oyentes.
La riqueza sonora, la complejidad lírica y la audacia de «Bocanada» lo convierten en un álbum imprescindible para quienes buscan entender la evolución del rock en español y la capacidad de Cerati para transformar lo personal en algo universal.
Pero no todo está matizado de reacciones positivas. Existe una gran polémica respecto a la línea delgada que hay entre el uso de samplers y el plagio y precisamente Cerati ha sido «acusado» en contables ocasiones de esto último, pues, en su búsqueda y exploración sonora, recurre a sonidos o melodías que están en su subconsciente y los incorpora en sus composiciones. Sólo él sabe (o sabía) si se trababa de lo uno o lo otro.