Trisector es el décimo álbum de estudio de Van der Graaf Generator, lanzado en marzo de 2008. Se trata del primer trabajo del grupo tras la salida del saxofonista David Jackson, dejando al trío formado por Peter Hammill, Hugh Banton y Guy Evans como los únicos miembros. A pesar de la ausencia de los característicos saxofones de Jackson, la banda logra mantener su esencia progresiva, adaptando su sonido a una formación más reducida pero igualmente intensa y expresiva.
El álbum refleja una evolución en la dinámica del grupo, con un enfoque más directo y menos dependiente de la experimentación avant-garde de sus trabajos anteriores. Sin embargo, la energía oscura y teatral de Van der Graaf Generator sigue presente, con composiciones que combinan estructuras complejas, cambios de tempo abruptos y una lírica introspectiva y filosófica.
• Peter Hammill (voz, guitarra, teclados, piano)
Como siempre, Hammill es el corazón del grupo, aportando su estilo vocal apasionado y su distintiva manera de construir melodías y letras. En este álbum, además de cantar, se encarga de la guitarra y los teclados, elementos que asumen un rol más prominente en ausencia de los saxofones de Jackson.
• Hugh Banton (órgano, teclados, bajo en pedales de órgano)
Banton sigue siendo el arquitecto del sonido de la banda, utilizando su órgano de manera expansiva para llenar los espacios que antes ocupaba el saxofón. También maneja el bajo mediante pedales, creando una base rítmica poderosa y dinámica.
• Guy Evans (batería, percusión)
Su estilo sigue siendo complejo y fluido, proporcionando una estructura rítmica variada que se adapta tanto a los pasajes más atmosféricos como a los momentos más agresivos del álbum.
1. “The Hurlyburly” – Un arranque inusual para Van der Graaf Generator, ya que se trata de un tema instrumental dinámico y directo. Con un ritmo casi post-punk, la banda demuestra su capacidad para explorar nuevas direcciones sin perder su identidad.
2. “Interference Patterns” – Un tema tenso y rítmicamente complejo, con un juego de compases irregulares y una interpretación vocal intensa de Hammill. La interacción entre el órgano de Banton y la batería de Evans genera una sensación de urgencia y dramatismo.
3. “The Final Reel” – Una balada melancólica con un aire cinematográfico. Hammill canta sobre el paso del tiempo y la inevitabilidad del final, acompañado por una instrumentación más contenida pero igualmente emotiva.
4. “Lifetime” – Una de las piezas más accesibles del álbum, con una estructura melódica clara y un estribillo pegadizo. Sin embargo, la letra mantiene la profundidad filosófica típica de Hammill, explorando la transitoriedad de la vida.
5. “Drop Dead” – Una canción más agresiva, con un tono sarcástico en la letra y un ritmo contundente. Aquí, Hammill usa su guitarra de manera más prominente, dándole un sonido más crudo y enérgico.
6. “Only in a Whisper” – Un tema atmosférico y experimental, con una instrumentación minimalista y un desarrollo pausado. La voz de Hammill se mueve entre lo susurrante y lo teatral, generando una sensación de inquietud.
7. “All That Before” – Un tema con un aire más rockero y frenético, en el que la banda juega con cambios de ritmo y dinámicas contrastantes. La energía de la canción recuerda a los momentos más caóticos de su discografía clásica.
8. “Over the Hill” – La pieza más larga del álbum, con una estructura épica y cambios de sección que recuerdan a la era clásica del progresivo. Hammill ofrece una de sus interpretaciones vocales más intensas, mientras el órgano de Banton crea una atmósfera envolvente.
9. ”(We Are) Not Here” – Un cierre sombrío y reflexivo, con una instrumentación etérea que deja una sensación de incertidumbre. La letra aborda la idea de la desaparición y la pérdida de identidad, un tema recurrente en la obra de Hammill.
Trisector tiene un sonido más austero en comparación con Present, reflejando la decisión de la banda de adaptarse a una formación de trío sin recurrir a grandes sobregrabaciones. La producción mantiene un enfoque crudo y directo, destacando la interacción entre los músicos sin artificios innecesarios. Aunque la ausencia de los saxofones de Jackson cambia el color del sonido, el uso del órgano y la guitarra logra compensarlo con nuevas texturas y dinámicas.
El álbum recibió críticas mixtas, con algunos elogios por su enfoque fresco y su energía revitalizada, mientras que otros extrañaron la complejidad y el dramatismo de los trabajos anteriores. Sin embargo, Trisector consolidó a Van der Graaf Generator como una banda que aún tenía mucho que decir, incluso con una alineación reducida.
En retrospectiva, el álbum representa un punto de inflexión en la historia del grupo, demostrando su capacidad de evolución sin comprometer su esencia. A pesar de los cambios, Trisector sigue siendo una obra profundamente identificable con Van der Graaf Generator, mostrando su resiliencia y creatividad en una nueva etapa de su trayectoria.