En la rica historia del heavy metal, pocos álbumes han sido tan influyentes y celebrados como Piece of Mind, el cuarto álbum de estudio de Iron Maiden. Lanzado el 16 de mayo de 1983, este disco no solo consolidó a la banda como una de las fuerzas más poderosas del metal, sino que también marcó un período de gran creatividad y cohesión en su alineación. Piece of Mind es un testimonio de la madurez musical de Iron Maiden, combinando letras épicas, composiciones complejas y un sonido que seguiría definiendo el género durante décadas.
Después del éxito de The Number of the Beast (1982), que catapultó a Iron Maiden al estrellato mundial, la banda estaba bajo una gran presión para entregar un álbum que estuviera a la altura de las expectativas. Piece of Mind fue la respuesta a ese desafío. La alineación de la banda en ese momento, que incluía a Bruce Dickinson (voz), Steve Harris (bajo), Dave Murray (guitarra), Adrian Smith (guitarra) y el recién incorporado Nicko McBrain (batería), se había convertido en una máquina bien engrasada, capaz de crear música que combinaba la complejidad técnica con la agresividad del heavy metal.