Host (1999) representa uno de los cambios más radicales en la carrera de Paradise Lost. Dejando atrás casi por completo el metal, la banda adopta un sonido electrónico y atmosférico influenciado por Depeche Mode y el rock gótico de los 80. Este álbum, aunque divisivo entre los fanáticos del doom y gothic metal, muestra la versatilidad del grupo y su disposición a experimentar con nuevos estilos.
Tras el éxito de Draconian Times (1995) y el giro más rockero de One Second (1997), Paradise Lost decidió sumergirse aún más en sonidos electrónicos, eliminando casi por completo los riffs pesados y las estructuras típicas del metal. En Host, las guitarras distorsionadas son mínimas y predominan los sintetizadores, bases programadas y melodías melancólicas.
La voz de Nick Holmes adopta un tono más suave y melódico, recordando a Dave Gahan de Depeche Mode, mientras que la producción es cristalina y atmosférica, con un enfoque en la profundidad emocional y la introspección.
1. “So Much Is Lost” – Un inicio con sintetizadores envolventes y una melodía pegajosa, marcando el tono electrónico del álbum.
2. “Nothing Sacred” – Un tema melancólico con una atmósfera densa y letras introspectivas.
3. “In All Honesty” – Rock gótico con un estribillo pegadizo y un uso destacado de teclados.
4. “Harbour” – Canción minimalista con una instrumentación sutil y un aire de tristeza latente.
5. “Ordinary Days” – Uno de los temas más accesibles del disco, con una estructura cercana al pop-rock gótico.
6. “It’s Too Late” – Una balada oscura con un gran trabajo de ambientación y una interpretación vocal emotiva.
7. “Permanent Solution” – Melodías hipnóticas y una base rítmica electrónica con toques industriales.
8. “Behind the Grey” – Un tema más introspectivo, con un uso notable de sintetizadores etéreos.
9. “Wreck” – Un sonido más experimental con una atmósfera sombría y letras pesimistas.
10. “Host” – La canción que da nombre al álbum, cargada de dramatismo y emotividad.
Host es el disco más controversial de Paradise Lost, ya que marcó su alejamiento definitivo del metal en ese momento. Aunque decepcionó a algunos fanáticos de su etapa más pesada, es apreciado por quienes disfrutan del rock gótico y la experimentación sonora.
A largo plazo, Host demostró la capacidad de reinvención de la banda y sentó las bases para su posterior regreso al metal con Symbol of Life (2002). Hoy es considerado un álbum de culto dentro del gothic rock y una de las apuestas más arriesgadas en la historia de Paradise Lost.