Lanzado en 1997, The Night Watch es un álbum en vivo de King Crimson que captura una de las presentaciones más emblemáticas de la banda durante la era de Larks’ Tongues in Aspic y Starless and Bible Black. El concierto fue grabado el 23 de noviembre de 1973 en el Concertgebouw de Ámsterdam y se convirtió en la base de Starless and Bible Black (1974), ya que gran parte de ese álbum de estudio utilizó estas grabaciones en vivo con sobregrabaciones adicionales.
Esta alineación de King Crimson, con Robert Fripp (guitarra), John Wetton (bajo y voz), Bill Bruford (batería), David Cross (violín y teclados) y Jamie Muir (percusión, aunque ya no estaba en la banda en esta fecha), es considerada una de las más innovadoras y agresivas del grupo. El disco ofrece una visión más cruda y auténtica de su sonido en vivo en comparación con las versiones de estudio, revelando la intensidad de la improvisación y el virtuosismo instrumental del quinteto.
La producción de The Night Watch es notablemente clara, gracias a la restauración y remasterización de las grabaciones originales por parte de DGM (Discipline Global Mobile), el sello de Fripp. A diferencia de muchas grabaciones en vivo de la época, esta captura cada matiz de la interpretación con gran fidelidad, permitiendo apreciar la interacción entre los músicos y la energía del momento.
El sonido es crudo y espontáneo, con improvisaciones que añaden una dimensión única a temas conocidos. La sección rítmica de Wetton y Bruford es particularmente feroz, mientras que Cross aporta una atmósfera etérea con su violín y Fripp demuestra su maestría en la guitarra con pasajes hipnóticos y disonantes.
El setlist de The Night Watch es un recorrido esencial por la etapa más experimental de King Crimson:
• “Easy Money” – Un inicio sólido con Wetton entregando una interpretación vocal enérgica. La ejecución es más agresiva que en estudio, con improvisaciones que enriquecen la pieza.
• “Lament” – Más melódica y accesible, pero con una carga emocional intensa.
• “The Night Watch” – Tema que da nombre al disco, con una hermosa melodía y letras evocadoras inspiradas en la pintura de Rembrandt.
• “Fracture” – Uno de los momentos más impresionantes del disco, con una estructura compleja que desafía los límites técnicos de la guitarra de Fripp y la destreza de la banda en conjunto.
• “Starless” (fragmento inicial) – Aunque no aparece en su versión definitiva, el álbum ofrece un adelanto de lo que luego se convertiría en una de las obras maestras de King Crimson.
• “Larks’ Tongues in Aspic (Part I y II)” – Interpretaciones brutales de estas composiciones, con una energía aún más caótica en vivo.
• Improvisaciones – La improvisación es clave en este álbum, con secciones extendidas donde la banda experimenta con el sonido, la dinámica y la intensidad.
The Night Watch es un documento esencial para comprender la evolución de King Crimson y su método de composición en vivo. Sirve como un puente entre Larks’ Tongues in Aspic y Red, mostrando una banda en pleno proceso de transformación.
Para los seguidores del grupo, este álbum ofrece una visión más auténtica de cómo se gestaron algunos de sus temas más importantes, mientras que para nuevos oyentes, representa una excelente introducción a la faceta más experimental e improvisatoria de King Crimson.
Con una ejecución visceral, una producción excepcional y una energía arrolladora, The Night Watch es uno de los mejores álbumes en vivo de King Crimson. Es una ventana a su capacidad de improvisación y a su fuerza en directo, reafirmando su estatus como una de las bandas más innovadoras del rock progresivo.