Publicado el 2 de octubre de 1995, The X Factor es el décimo álbum de estudio de Iron Maiden y marca un punto de inflexión en la carrera de la banda británica. Es el primer disco con el vocalista Blaze Bayley, quien reemplazó a Bruce Dickinson tras su salida en 1993. Este cambio, junto con la atmósfera oscura y melancólica del álbum, hace que The X Factor sea uno de los trabajos más singulares en la discografía de Maiden.
Musicalmente, The X Factor se aleja de la energía épica y triunfante que caracterizó los discos anteriores con Dickinson. En su lugar, el álbum adopta un tono más sombrío, con estructuras progresivas y pasajes más introspectivos. Steve Harris, bajista y líder de la banda, atravesaba un período personal difícil tras su divorcio, lo que se refleja en la atmósfera melancólica del álbum y en las letras, que exploran temas de guerra, desesperación, religión y tortura psicológica.
El sonido es más pesado y denso, con guitarras más graves y tempos más pausados en comparación con los trabajos previos. La producción, a cargo de Harris y Nigel Green, también contribuye a la sensación de oscuridad, con una mezcla más opaca y menos brillante que en álbumes anteriores.
El álbum tuvo una recepción mixta en su lanzamiento. Los fanáticos estaban divididos respecto a la voz de Blaze Bayley, cuyo registro más grave y su estilo vocal más contenido contrastaban con la potencia y el rango de Dickinson. Sin embargo, con el tiempo, The X Factor ha sido reevaluado por algunos seguidores y críticos, quienes valoran su atmósfera única y la calidad compositiva de varios de sus temas.
A pesar de la controversia, canciones como “Sign of the Cross”, “Lord of the Flies” y “Man on the Edge” lograron consolidarse en el repertorio de la banda, e incluso Dickinson las interpretó en vivo tras su regreso.
La portada, diseñada por Hugh Syme (en lugar del tradicional Derek Riggs), muestra a Eddie en una mesa de tortura con el cráneo abierto y el pecho abierto quirúrgicamente, una imagen que causó polémica y llevó a la censura en algunos países. Esta representación visual reforzó la sensación de crudeza y angustia que impregna el disco.
Si bien The X Factor no goza del mismo estatus que los álbumes clásicos de Iron Maiden, es un disco que muestra una faceta diferente de la banda. Su atmósfera oscura, sus letras introspectivas y su sonido más denso lo convierten en una obra única dentro de su catálogo. Para quienes buscan explorar un Maiden más experimental y emocional, este álbum ofrece una experiencia distinta pero valiosa dentro de su trayectoria.