«Thirty Three & 1/3» es el séptimo álbum de estudio de George Harrison, lanzado el 19 de noviembre de 1976 y uno de los trabajos más significativos en su carrera como solista. Este disco marca un cambio importante en el enfoque musical de Harrison, quien se encontraba en un momento complicado tanto en lo personal como en lo profesional, con problemas legales derivados de una demanda por supuesto plagio relacionada con su canción «My Sweet Lord» y diversas dificultades con su anterior disquera Apple Records. El título del álbum hace un juego de palabras con la edad que tenía Harrison durante su grabación y la velocidad a la que giran los discos de vinilo en revoluciones por minuto, treinta y tres y un tercio.
«Thirty Three & 1/3» muestra una evolución en el sonido de Harrison, quien combina sus influencias de rock, pop, soul y jazz con su característico estilo de composición introspectivo y espiritual. A diferencia de sus discos anteriores, aquí Harrison adopta un enfoque más ligero y accesible, evitando los tonos oscuros y melancólicos de trabajos previos para explorar una sonoridad más alegre y optimista. En este álbum se nota la influencia de su recién fundado sello discográfico Dark Horse Records, y Harrison toma control creativo de la producción, junto a Tom Scott y otros músicos de sesión de renombre, quienes colaboran en la creación de una atmósfera musicalmente rica y profesional.
El álbum abre con «Woman Don’t You Cry For Me», un tema que introduce el tono optimista y relajado de la producción. Esta canción, escrita en 1969 durante la gira de Harrison con Delaney & Bonnie, cuenta con un ritmo de funk alegre y un destacado uso del slide guitar, técnica característica del estilo de Harrison. Otro tema destacado es «Dear One», una canción que refleja su profunda conexión con la espiritualidad, inspirada por su relación con el gurú Paramahansa Yogananda, quien fue una figura de gran importancia para Harrison y su exploración del misticismo oriental.
«This Song» es uno de los temas más notables y cuenta con un tono humorístico y sarcástico, en el cual Harrison hace referencia directa a los problemas legales que enfrentaba en ese momento, especialmente el juicio por plagio relacionado con «My Sweet Lord». A través de una melodía pegadiza y alegre, Harrison ironiza sobre el sistema judicial y las complejidades de los derechos de autor en la industria musical.
El tema «Beautiful Girl» destaca por su delicada letra y melodía, inspirada en el amor y la relación personal de Harrison con su entonces pareja Olivia Arias, quien más tarde se convertiría en su esposa. Esta canción combina guitarras suaves y armonías vocales que reflejan el lado romántico y optimista del artista. «See Yourself» es otra canción introspectiva, donde Harrison reflexiona sobre la autenticidad personal y la necesidad de ser fiel a uno mismo, temas que habían sido recurrentes en su carrera y que aquí toma un enfoque directo y claro.
Una de las canciones más pegajosas del álbum es «Crackerbox Palace», un tema de pop-rock que mezcla humor y espiritualidad. Inspirada en el encuentro de Harrison con el excéntrico empresario y comediante Lord Buckley, la canción cuenta con una producción vibrante y dinámica que mezcla su estilo característico con un aire festivo. El videoclip de «Crackerbox Palace», dirigido por Eric Idle de Monty Python, muestra a Harrison en situaciones humorísticas y extrañas, subrayando su sentido del humor y su conexión con el arte experimental.
«Learning How to Love You» cierra el álbum con un tono suave y jazzy, una balada romántica que muestra el lado más sensible y maduro de Harrison como compositor y músico. Este tema cuenta con una compleja estructura musical y armonías cuidadas, que dan a la pieza un tono cálido y sofisticado.
A nivel de recepción, «Thirty Three & 1/3» fue aclamado por la crítica y el público, quienes destacaron el renovado entusiasmo de Harrison y la frescura de su sonido. Con este álbum, Harrison logra equilibrar su interés en temas espirituales y personales con un enfoque musical accesible, consolidando su estilo único como solista y demostrando que podía adaptarse a nuevas corrientes sin perder su identidad musical. «Thirty Three & 1/3» representa un momento de madurez en la carrera de Harrison, una declaración personal y artística que muestra su habilidad para superar adversidades y continuar evolucionando como músico y como individuo.
