My Arms, Your Hearse marca un antes y un después en la evolución musical de Opeth. No solo es el primer disco conceptual de la banda, sino también el inicio de una nueva formación que consolidaría su sonido característico durante años. Aquí debuta Martin López (batería) y Martín Méndez (bajo), aunque este último no grabó el álbum —fue Mikael Åkerfeldt, vocalista y guitarrista, quien se encargó del bajo en estudio.
Este disco sitúa a Opeth en la frontera entre el death metal melódico y el metal progresivo, pero impregnado también de atmósferas propias del doom metal y pasajes acústicos que remiten al folk o incluso al jazz, creando una estética sonora que se tornaría emblemática en sus siguientes trabajos.